En la capital de Irán y en varias grandes ciudades, las protestas masivas continúan desde el 28 de diciembre. El principal detonante de las manifestaciones es el agravamiento de la situación económica del país. Según informan las agencias de noticias, estudiantes de importantes universidades también se han sumado a las protestas que se desarrollan en Teherán e Isfahán.
En algunas zonas se han registrado enfrentamientos menores entre los manifestantes y la policía. Las fuerzas del orden han utilizado gases lacrimógenos para dispersar a la multitud. La agencia Dpa señala que las protestas están adquiriendo gradualmente un carácter político. En las calles se escuchan consignas como «Muerte al dictador» y «Viva el rey». El primer lema podría estar dirigido al líder supremo de Irán, Ali Jameneí, mientras que el segundo alude a la idea de restaurar la monarquía derrocada antes de la revolución.
El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, informó el 30 de diciembre que ha dado instrucciones al ministro del Interior para iniciar un diálogo con los representantes de los manifestantes y escuchar sus demandas legítimas. Según él, el gobierno debe actuar de manera responsable para estabilizar la situación.
De acuerdo con la agencia AFP, las protestas comenzaron inicialmente en el principal bazar de Teherán. Primero, vendedores de teléfonos móviles y luego empresarios de otros sectores cerraron sus comercios en señal de protesta contra la hiperinflación y la depreciación de la moneda nacional. Los comerciantes que trabajan con productos importados se han visto especialmente afectados.
El 29 de diciembre, el rial alcanzó un nuevo mínimo histórico en el mercado libre: un dólar estadounidense se cotizaba en torno a 1,4 millones de riales. Posteriormente, el gobernador del Banco Central de Irán, Mohammad Reza Farzin, presentó su dimisión.
Actualmente, la economía iraní se encuentra bajo la presión de una alta inflación, el encarecimiento de los precios y las sanciones occidentales relacionadas con el programa nuclear. El presidente Pezeshkian ha prometido que en un futuro próximo se adoptarán medidas para frenar la inflación y mejorar las condiciones de vida de la población.
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